Nunca en la historia habíamos ido tan rápido.
Cada semana nace una tecnología que hace que la de ayer parezca obsoleta. Ciudades desbordadas laten como organismos vivos, plagadas de pantallas, ruido, velocidad y urgencias. Vivimos juntos, pero muchas veces no convivimos. Nos rozamos en el metro, en las avenidas, en la red… pero estamos lejos.
OJO CON ESO…
En el mismo suelo donde alguien corre hacia la cima de su ambición, otro duerme en la acera sin sueños. En una misma calle, conviven los que despiertan cada día con una idea brillante… y los que apenas sobreviven sin recordar por que despertaron.
Durmientes y despiertos. En la misma tierra. En el mismo segundo.
Pero hay algo que no hace ruido. algo que no se anuncia con titulares, ni brilla en los escaparates.
No hacen alarde. No interrumpen. No se imponen. Pero están.
MADRE MIA!!!
Cada uno, desde su rincón del mundo, va abriendo paso -como quien enciende una vela en la caverna- a una dimensión más profunda, más vasta, más verdadera: la consciencia.
Es silenciosa, pero poderosa.
Y crece.
A veces es un niño que pregunta lo que nadie se atrevió a cuestionar. O una mujer que elige el perdón antes que la revancha. Es un científico que duda con humildad, o un artista que pinta lo invisible.
No están en los rankings. Pero están construyendo el futuro.
Porque mientras el mundo corre, ellos despiertan.
y tú… ¿en quen tierra estas pisando?.
RECUERDA: LA TIERRA ES PANA!
